LA OBSERVACIÓN COMO ESTRATEGIA PEDAGÓGICA EN LA SECCION INFANTIL
La observación se convierte en una forma de acompañar los procesos de desarrollo de los niños y las niñas ya que no sólo significa “ver a distancia”, sino que implica saber participar en los diversos momentos de la jornada. Permite enriquecer las propuestas que se plantean a los niños y las niñas, analizar sus interacciones diarias y brindar apoyo a aquellos que demandan mayor atención.
La observación tiene diferentes formas, puede ser abierta y no tener un contenido delimitado o, por el contrario, ser específica y buscar, por ejemplo, comportamientos que evidencien aspectos puntuales del desarrollo de los niños y las niñas. La observación abierta y libre no condiciona un punto específico hacia dónde mirar y, además de ser útil para los primeros encuentros con las niñas y los niños en el espacio educativo, también puede ser fundamental en diferentes momentos ya que en la primera infancia es cuando prevalece el descubrimiento del mundo que les rodea y la conquista hacia su autonomía. La observación especifica por el contario delimita la atención de la maestra, hacia aspectos puntuales del desarrollo del grupo de niñas y niños, lo cual exige establecer unos propósitos precisos a ser observados.
En general la observación como acto pedagógico consciente, permite dar cuenta de forma individual y grupal de los intereses, necesidades, gustos y formas de ser de aquellos seres humanos que tenemos a cargo.
Johanna Moscoso
Licenciada en Educación Infantil. Magister en Educación para la Primera Infancia.